Comprende la «Alquimia»
La Alquimia debe ser primero
espiritual y muy al final material. No se puede aprender de abajo hacia arriba.
El que sabe transmutar la energía por medio de la Llama violeta primero y luego
por medio de las demás Llamas, ha encontrado la Piedra Filosofal e irá
transmutando la acumulación de energía que le impide manifestar el «oro de
la Abundancia» en su vida.
Generalmente los alquimistas eran seres muy
sabios, muy versados en las ciencias más ocultas. Los signos cabalísticos que
empleaban eran fórmulas y ecuaciones muy profundas. Sus jerigonzas eran
tapadijos para que los neófitos no se pusieran a experimentar con sustancias
peligrosas, ya que los curiosos leen y le dan una interpretación totalmente
errada a lo que leen sobre todo lo espiritual porque sólo hacen caso a la letra
muerta. Es verdad que ante los propios ojos de Jaques Casanova de Seingalt
(escritor italiano), el Conde Saint Germain tomó una moneda de doce centavos,
la expuso a cierta llama hasta que se volvió roja y cuando se enfrió se la
entregó a Casanova. Tan grande fue el asombro de éste al constatar que era oro
puro, que expresó la duda de que Saint Germain hubiera cambiado tal vez una
moneda por otra. El Conde Saint Germain simplemente le contestó: «El que
duda de mis conocimientos, no merece hablar conmigo» y le mostró la
puerta.
Para un ser de la talla del Conde Saint Germain existen todas las
posibilidades. Un Iniciado, un Adepto, un Maestro de esa magnitud no encuentra
dificultad alguna para transformar un centavo en pieza de oro, cuando sólo
tiene que alargar la mano y extraer del aire el oro que le sea menester. Esta
verdad no la puede ni creer ni comprender sino aquel que se haya percatado del
Principio de Mentalismo hasta el punto de hacer conciencia de él, por haber
sido totalmente ignorado hasta el siglo pasado y es que el mundo se llenó de
alquimistas que buscaban oro por el camino fácil ignorando la verdad. Ya
estamos en el peldaño en que muchos van a realizar el hecho de que si se
visualizan en plena Llama dorada, bajando de la Presencia y sintiendo gratitud
por ello, no tardarán en precipitar toda la sustancia que les sea necesaria,
este es un paso en la Alquimia Espiritual.
La Presencia Yo Soy no puede hacer
descender Su Sustancia Dorada al ego inferior a menos que el canal se
encuentre limpio. Limpio significa no entorpecido por la amargura, esta
amargura la forman las críticas, los chismes, la mala voluntad, el rencor, el
recuerdo constante de los males pasados, las emociones violentas y todo lo
negativo. La forma más práctica de lograr un ánimo ecuánime en todo momento, es
el de esforzarse para no dejarse afectar por ninguna circunstancia lastimosa o
que impaciente.
Cuida tu alegría y tu buen humor ya que toda pérdida de
paciencia, toda consideración con el error te será cobrado con creces, no
solamente porque afecta tu receptividad del Bien que desea darte tu Presencia
Yo Soy, sino porque cuando llegues a esas alturas de Alquimia Espiritual, tus
cambios de ánimo, tus fluctuaciones emocionales, afectan destructivamente a
todo tu ambiente, familiares y amigos.
Para evitar este peligro, es mejor no
asistir donde estén ocurriendo cosas tristes, negativas y dramáticas. Ya la
persona que se encuentra en esta Octava, no es necesario que visite enfermos o
que haga tratamientos con imposición de manos o que contacte directamente
ninguna especie de problema. Su tratamiento Universal del Yo Soy llega a
todas las latitudes. Su tratamiento tiene que ser a distancia porque muchas
veces el practicante encontrará que sus vibraciones son demasiado fuertes
para el enfermo.
© autores:
Erika Hernández A.
Ingrid Mendoza N.
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