¿Cómo funciona Ley de Atracción?
La
Ley de Atracción es inmutable. Ella ordena que todo atraiga su igual. Las
imágenes que están grabadas en el subconsciente, atraen irremisiblemente todo
lo de su misma clase y repelen todo lo que no sea afín a ellas. Por eso es que
si el concepto del individuo es bueno, no se ve sino el Bien. Como no puede
atraer lo que no es igual a su concepto, no puede acercársele nada malo y a la
inversa. El individuo que está lleno de conceptos errados no le ocurren sino
cosas malas, porque no le es posible atraer otra cosa. ¿No has notado que
cuando te entregas a meditar o a darle vueltas en tu cabeza a algún
incidente, digamos una ofensa, un agravio, cómo te va aumentando la indignación
y el resentimiento? ¿Comprendes ahora que atraes todos los pensamientos iguales
y que éstos vienen a aumentar el volumen de los tuyos? El que ya conoce esta
ley, no se permite jamás el lujo de entretener en su mente una sola idea
desagradable. Al pensarla la rechaza, la compara con la Verdad del Ser y piensa
inmediatamente en algo bueno.
Debido
a la Ley de Atracción, al salir un pensamiento de la mente busca a sus
semejantes y se junta con ellos, se atraen como imanes. Hay en la atmósfera
grandes masas como nubes de pensamientos. Si el concepto colectivo de una
ciudad es pesimista, las nubes son gris oscuro. Planean sobre la ciudad, rodean
a los habitantes, acuden a donde sean atraídas, mantienen a toda la población
en su mismo concepto y a ésto se deben las circunstancias de las personas.
¿No te ha ocurrido entrar en una casa y sentir el ambiente pesado o alegre
golpearte al entrar? ¿Has sentido el ánimo oprimido al pasearte por una casa
vacía sin comprender el motivo? Ésto sucede porque todo es energía y se impregna
en las personas, los animales, los objetos y los lugares. Dependiendo si son
positivas o negativas las energías emanadas a través de los pensamientos y las
emociones resultantes de lo pensado. Ésto es creado por los
habitantes de algún lugar y todo a su alrededor se "contagia", a
su vez hace que todo se transforme y vibremos en esa frecuencia, como
resultado se manifiestan o materializan sus iguales.
Las personas de mente
positiva aligeran el ambiente, las masas negras huyen lejos para luego regresar
cuando ya no esté presente quien las perturbe. Es imposible que dos
pensamientos uno positivo y otro negativo (acompañados de sus respectivas
emociones) ocupen el mismo espacio. Lo que se siembra es lo que se
cosecha. Por Ley de Atracción somos y tenemos lo que pensamos y sentimos.
© autores:
Erika Hernández A.
Ingrid Mendoza N.
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