Ley de Atracción
Esta es una ley de la naturaleza, es tan imparcial
e impersonal como la Ley de la Gravedad, es precisa y exacta. Esta ley nos dice
que todo lo que pensamos impregnado de una emoción se va a manifestar o a
materializar en tu vida sin duda alguna. Todo lo que te rodea en estos
momentos en tu vida, incluidas las cosas que no te gustan, lo has atraído tú.
Éste es uno de los conceptos más difíciles de comprender, pero una vez que lo
aceptas transforma tu vida. Muchas veces cuando las personas oyen esta parte de
la Ley de Atracción, no lo aceptan porque dicen que nunca crearon la situación
de enfermedad o el accidente que tuvieron o la catástrofe financiera que viven
y demás situaciones negativas, pero es simplemente el resultado de lo que
pensaron en algún momento de su vida y que tarde o temprano se manifestaría, no
importa el tiempo que haya transcurrido después de haberle dado poder a ese
pensamiento impregnado de la emoción correspondiente, se ha manifestado o
materializado, puede ser que no tengan el recuerdo presente pero de que se le
dio vida es un hecho, por creerlo firmemente o porque les heredaron patrones de
conducta en la infancia sus padres o las personas con las que crecieron
y así los programaron. Si quieres tener circunstancias distintas tienes
que pensar diferente. No puedes experimentar nada a menos que lo invoques
persistentemente con tus pensamientos.
Nadie atrae nada que no desee
deliberadamente. Sin conocer la Ley de Atracción, es fácil comprobar cómo
pueden haber sucedido algunas cosas indeseadas en tu vida o en la de otras
personas. Simplemente se debe a una falta de conocimiento del gran poder
creativo de nuestros pensamientos. Lo ideal sería controlar todo lo que
pensamos pero se volvería una tarea titánica ya que se algunos científicos
dicen que tenemos unos setenta mil pensamientos al día pero tenemos un
recurso infalible y son los sentimientos y éstos nos ayudan a saber lo que
estamos pensando. La importancia de los sentimientos nunca se resaltará lo
suficiente. Los sentimientos son nuestra mejor herramienta para ayudarnos a
crear nuestra vida. Los pensamientos son las causa primera de todo. Todo lo que
vemos y experimentamos en este mundo son su efecto y eso incluye los
sentimientos. La causa siempre son tus pensamientos. Tus sentimientos son una
señal inmediata para saber lo que estás pensando. Necesitas ser consciente de
cómo te sientes y sintonizar con tus sentimientos porque es la forma más
rápida de saber lo que estás pensando. Existen dos tipos de sentimientos:
los buenos y los malos. Conoces las diferencia entre ambos porque unos te harán
sentir bien y otros mal. Nadie puede decirte si te sientes bien o mal porque
tú eres el único que sabe cómo te estás sintiendo en determinado momento.
Lo más importante es que sepas que es imposible sentirse mal y tener buenos
pensamientos a la vez o sentirte bien y tener malos pensamientos. Tus
pensamientos determinan tu frecuencia y tus sentimientos te dicen
inmediatamente en qué frecuencia estás. Cuando te sientes mal, estás en una
frecuencia en la que atraes más cosas malas.
La Ley de Atracción te responde
devolviéndote más imágenes de cosas malas y que empeoran tu estado de ánimo.
Cuando te encuentras mal y no haces ningún esfuerzo por cambiar tus
pensamientos para encontrarte mejor, envías una señal negativa al Universo y
regresa a ti en la misma frecuencia y es un círculo vicioso del cual solamente
tú puedes salir cambiando de frecuencia. Puedes conseguir lo que te propongas
en la vida, no hay límites, solamente hay una condición: Sentirse
bien, pensando en positivo. Cuando te sientes bien, forzosamente se debe a que
tienes pensamientos positivos. Por lo tanto, estás en el camino correcto y
emites una poderosa frecuencia que atraerá más cosas buenas que harán que te
sientas bien. Atrapa esos momentos en los que te sientes bien y exprímelos. Sé
consciente de que te sientes bien, de que estás atrayendo más cosas
buenas. La Ley de Atracción se resume en: "Lo que siembras (pensamientos)
es lo que cosechas (circunstancias)".
© autores:
Erika Hernández A.
Ingrid Mendoza N.
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